SAE J2334: ensayo de corrosión cíclica de laboratorio para recubrimientos automotrices

Descripción

¿Tus recubrimientos automotrices muestran corrosión cosmética desigual entre lotes y no logras distinguir si el problema viene del material, del proceso o de la exposición?

SAE J2334 define un ensayo de corrosión cíclica de laboratorio pensado para tomar decisiones informadas sobre recubrimientos automotrices y componentes metálicos expuestos a ambientes severos. Su propósito central es evaluar desempeño frente a corrosión cosmética —la que deteriora la apariencia sin afectar la función— y, cuando corresponde, corrosión general. El método fue concebido para ofrecer correlación con el comportamiento real en campo, de modo que los datos de cámara resulten útiles en validación y desarrollo de productos.

La norma indica cuándo conviene aplicarla: comparar sistemas de recubrimiento, sustratos, procesos o decisiones de diseño. Por su diseño, el método funciona tanto como herramienta de validación (homologaciones, liberaciones) como de desarrollo (optimización de formulaciones y arquitectura de capas). Al concentrarse en los mecanismos que dominan la apariencia en servicio, el ensayo entrega un marco de comparación repetible entre lotes, plantas y proveedores.

El documento delimita sus límites con claridad. Si el objetivo es estudiar mecanismos distintos a la corrosión cosmética o general —por ejemplo, fenómenos localizados que no guarden relación con el daño estético típico—, primero debe demostrarse correlación específica con campo antes de usar J2334 como criterio de decisión. Esto protege contra falsas conclusiones cuando se pretende extrapolar el método a escenarios para los que no fue calibrado.

En su desarrollo se empleó un sistema de pintura automotriz típico. Cuando se trabaja con recubrimientos de naturaleza diferente, el estándar pide comprobar la correlación con exposición real para asegurar que las respuestas de la cámara sigan representando el comportamiento en servicio. Además, la edición vigente se encuentra en estado “Stabilized”: la responsabilidad de confirmar la vigencia de referencias y la idoneidad técnica para el caso concreto recae en el usuario.

Definiciones clave (Terminology / glosario unificado)

Para leer e interpretar resultados de J2334 sin ambigüedades conviene fijar, desde el inicio, cinco conceptos base. Corrosión cosmética designa el daño que aparece cuando el sistema de recubrimiento se rompe o se ve comprometido: afecta la apariencia —manchas, bordeado en la incisión, desconchados— sin implicar necesariamente pérdida de función. Es la clase de deterioro que más preocupa en carrocerías y partes visibles, porque desencadena rechazos estéticos aun cuando la pieza sigue operando.

En contraste, corrosión general describe un ataque más uniforme, típico de componentes desnudos (sin recubrimiento orgánico), distribuido sobre áreas amplias. Este patrón sirve de recordatorio: no todos los casos que se ven en campo son “cosméticos”; el ensayo también convive con materiales y geometrías donde el recubrimiento no es el protagonista, y conviene discernir el fenómeno para no mezclar métricas ni decisiones.

El término scribe creepback (socavación desde la incisión) es central en J2334. La incisión —una muesca controlada que simula rayones o astillados— funciona como sitio de iniciación deliberada. Con el tiempo de exposición, el recubrimiento se retrae por debajo del borde de esa muesca y esa distancia se mide sobre la película intacta adyacente. Más adelante, el reporte diferencia lecturas total, promedio, máxima y mínima alrededor de la incisión, de modo que la comparación entre formulaciones y procesos sea objetiva.

Los cupones de corrosión son pequeñas muestras de metales desnudos que acompañan a las probetas recubiertas y sirven para vigilar la severidad del ambiente de prueba. Se usan por pérdida de masa: su evolución resume, de forma acumulativa o por intervalos, qué tan agresivo está siendo el ciclo en esa configuración de cámara. En informes bien construidos, la tendencia de los cupones y el comportamiento en la incisión “se hablan” y dan contexto a los resultados.

Finalmente, los controles de prueba —paneles, cupones o piezas previamente correlacionadas— ayudan a “anclar” el ensayo: permiten comparar corrida contra corrida, y también entre laboratorios, aportando evidencia sobre repetibilidad y reproducibilidad. Cada vez que se cambia un elemento operativo (p. ej., forma de generar humedad o de aplicar la solución salina), los controles permiten detectar desvíos antes de sacar conclusiones de producto.

Como vocabulario operativo complementario que aparecerá en secciones posteriores: el ciclo J2334 alterna una etapa húmeda, una dosificación de solución salina y una etapa seca; los tiempos de rampa forman parte de las etapas colindantes y deben documentarse; la condición de fin de semana se define y registra para asegurar comparabilidad; y la información de solución y del equipo (p. ej., método de humidificación, método de aplicación de sal, pH, conductividad, circulación de aire) se documenta como parte del paquete de resultados. Este marco terminológico evita malentendidos y facilita que los datos sean defendibles frente a auditorías y revisiones técnicas.

Beneficios del ensayo (Significance and Use)

SAE J2334 traslada el comportamiento real de la corrosión automotriz a un marco de laboratorio con correlación a campo. Nació de un programa cooperativo entre industria y comité técnico, de modo que los resultados de cámara reflejen lo que ocurre en ambientes severos en carretera. Por eso es útil tanto en validación (homologaciones, cambios controlados) como en desarrollo (optimización de formulaciones y diseños), manteniendo el foco en la corrosión cosmética y, cuando corresponde, en la general.

El método produce indicadores comparables para tomar decisiones: en recubrimientos, la socavación desde la incisión (scribe creepback) permite comparar desempeño entre sistemas de pintura y procesos; en paralelo, los cupones metálicos sin recubrimiento vigilan la severidad del ambiente por pérdida de masa. Este doble enfoque —pieza recubierta + cupón— aporta contexto a cada lectura y refuerza la trazabilidad técnica del informe.

El ciclo ambiental prescrito se representa en diagramas claros y repetibles, con tres etapas esenciales (humedad, dosificación salina y secado). La norma además exige documentar tiempos de rampa y condiciones de fin de semana para reducir variabilidad entre turnos y entre laboratorios, algo clave cuando se comparan plantas o proveedores. Las Figuras 1 y 2 ilustran el esquema de operación continua de 5 y 7 días por semana, respectivamente.

Otro beneficio es el control metrológico del medio de exposición. La especificación pauta cómo preparar la solución salina (orden de disolución y calidad del agua), cómo vigilar pH y conductividad y qué precauciones adoptar para evitar sesgos (por ejemplo, evitar sprays de alta intensidad o documentar tasas de colección cuando se usa niebla). Esta disciplina de control evita resultados engañosos y facilita auditorías.

La norma también contempla flexibilidad con límites. Permite distintos métodos para generar humedad y aplicar la solución salina, pero deja claro cuáles se usaron como base de desarrollo y cómo deben registrarse las variantes para conservar comparabilidad. De esta forma se gana adaptabilidad sin sacrificar la reproducibilidad del ensayo cuando cambian equipos o configuración.

Finalmente, el paquete de reporte está estructurado para que terceros entiendan y repliquen: incluye campos sobre equipo y procesos de cámara, condición de fin de semana, mediciones de solución, y el detalle de lecturas en las probetas recubiertas y en los cupones. Esa estandarización del informe es parte del valor: convierte datos dispersos en evidencia para decidir con menor riesgo y mejor comunicación entre áreas.

Industrias beneficiadas

Automotriz (OEM y cadena de suministro). Esta es la casa natural de J2334. El método nació para reflejar el comportamiento de carrocerías y partes expuestas a ambientes severos, con un sistema de pintura automotriz como base de desarrollo. Por eso lo adoptan ingeniería de materiales, pintura y calidad en armadoras, así como proveedores Tier 1/Tier 2 de lámina, módulos pintados, piezas de cierre y embellecedores: necesitan comparar formulaciones, procesos y decisiones de diseño con un lenguaje común y resultados que guarden relación con el campo.

Productores de sustratos y recubrimientos. Acereras y laminadores (galvanizados/galvannealed), fabricantes de aluminio para carrocería, líneas de e‑coat y proveedores de pinturas, fosfatados y selladores emplean J2334 para someter combinaciones de sustrato‑pretratamiento‑capa de acabado a un mismo patrón de exposición. La ventaja es doble: obtener lecturas comparables de socavación en incisión y, en paralelo, monitorizar la severidad del ambiente mediante cupones metálicos, lo que ayuda a separar efectos del material de los efectos del proceso.

Vehículos comerciales y equipos de transporte. Camiones, autobuses y flotas que comparten entornos corrosivos con el automóvil también se benefician al usar un ciclo con correlación a campo para decisiones de homologación. Cuando la arquitectura de recubrimientos o el modo de servicio difiere sustancialmente del utilizado en el desarrollo, se exige comprobar correlación específica antes de adoptarlo como criterio de aceptación, evitando extrapolaciones arriesgadas.

Laboratorios de prueba y fabricantes de equipo. Laboratorios internos e independientes encuentran en J2334 un marco que estandariza qué debe documentarse sobre las cámaras (humedad, temperatura, circulación de aire, procesos de humidificación y secado) y sobre la solución salina (preparación, pH, conductividad, método de aplicación). Esta disciplina facilita auditorías, comparaciones entre sitios y la integración con sistemas de gestión de calidad y competencia técnica como ISO/IEC 17025.

Compras, ingeniería de valor y garantía. Más allá del laboratorio, el método ofrece un terreno neutral para decisiones de abasto y seguimiento de campo: un informe bien estructurado reduce discusiones subjetivas, acelera la aprobación de cambios y ayuda a conectar incidentes de apariencia con condiciones de exposición reales, apoyando estrategias de mejora continua a lo largo de la cadena.

¿Esto es para ti?

Materiales a los que aplica / especímenes

J2334 se diseñó para evaluar cómo se comportan sistemas de recubrimiento aplicados a componentes metálicos frente a ambientes corrosivos severos. El método es aplicable cuando la decisión técnica involucra un sistema de pintura o recubrimiento, un sustrato específico, un proceso (por ejemplo, pretratamientos o curados) o una elección de diseño (geometrías de bordes, uniones, perforaciones) que pueda influir en la corrosión visible. En su desarrollo se empleó un sistema de pintura automotriz típico; si se trabaja con recubrimientos de naturaleza distinta, debe demostrarse correlación con exposición real para que las conclusiones sean válidas.

Las probetas recubiertas pueden ser paneles planos o piezas reales. Para evaluar corrosión cosmética, se introduce una incisión controlada que simula rayones o astillados, y se registran las distancias de socavación del recubrimiento alrededor de esa línea a lo largo de la exposición. La norma pide documentar la orientación de las probetas y definir intervalos de lectura; al cierre, las lecturas se informan tanto en condición enjuagada como tras una preparación final estandarizada, a fin de permitir comparaciones objetivas entre formulaciones y procesos.

Además de las probetas recubiertas, el método emplea cupones de corrosión (metales desnudos) para vigilar la severidad del ambiente de prueba. Como referencia básica se utiliza acero bajo en carbono laminado en frío y, si se desea, pueden incluirse otros metales desnudos como el zinc. Estos cupones se colocan cerca de las probetas y se evalúan periódicamente por pérdida de masa, lo que aporta un indicador independiente de la agresividad del ciclo y un contexto adicional para interpretar la socavación en la incisión.

La selección de materiales a ensayar debe representar fielmente la configuración real: combinación sustrato–pretratamiento–capa(s) de acabado, espesores previstos, y condiciones de borde o corte que el producto encontrará en servicio. Para recubrimientos metálicos de mayor masa (por ejemplo, pre-recubrimientos pesados), la norma advierte que pueden requerirse duraciones de exposición más largas para observar diferencias de desempeño, lo que debe planearse desde el diseño experimental.

En conjunto, el enfoque doble —probetas recubiertas para el fenómeno visible y cupones para el ambiente— permite atribuir con más precisión si una diferencia proviene del material, del proceso o de la severidad de la exposición. Esta arquitectura favorece comparaciones entre lotes, plantas o proveedores y entrega insumos robustos para decisiones de homologación y desarrollo.

Ventajas y limitaciones técnicas

Lo que hace fuerte a J2334. El ensayo traslada la experiencia de campo a la cámara de laboratorio con un objetivo claro: evaluar el desempeño frente a corrosión cosmética (y, cuando corresponde, general) con un marco que ha sido correlacionado a ambientes severos. Nació de un esfuerzo cooperativo entre industria y comité técnico, por eso sus resultados son útiles tanto para validar como para desarrollar recubrimientos, sustratos y decisiones de diseño.

Ciclo prescrito, documentación exigente. La norma define un patrón de exposición en tres etapas (humedad → dosificación salina → secado) y exige documentar variables que suelen “arruinar” la comparabilidad entre sitios: tiempos de transición entre etapas, condición de fin de semana y, cuando se opera de forma automática, la continuidad del ciclo. Las figuras del documento (páginas 7–8) visualizan las dos modalidades típicas (5 y 7 días por semana), lo que facilita alinear expectativas entre laboratorio, ingeniería y compras.

Métricas que se complementan. La lectura de socavación desde la incisión sobre las probetas recubiertas se acompaña de pérdida de masa en cupones desnudos para vigilar la severidad del ambiente. Esta combinación permite separar efectos de formulación/proceso de los debidos a la agresividad del ciclo, y aporta contexto cuando se comparan plantas o proveedores.

Control del medio de exposición. El documento pauta cómo preparar la solución salina (orden de disolución con agua desionizada), cómo vigilar pH y conductividad y qué precauciones tomar (filtrado si hay precipitados, no usar “buffers” para ajustar pH, recomendación de cambio periódico de la solución). Con ello se reduce la deriva metrológica y se evitan falsos positivos/negativos por manipulación del medio.

Flexibilidad con límites explícitos. La generación de humedad admite varias rutas (depósito húmedo, niebla de agua o vapor) y la dosificación salina puede hacerse por inmersión, spray o niebla atomizada. La norma deja claro qué métodos fueron la base de su desarrollo y advierte sobre prácticas que sesgan la prueba (por ejemplo, sprays de alta intensidad que remueven productos de corrosión o empujan solución dentro del daño). Cuando se usa niebla, pide documentar tasas de colección. Esta “flexibilidad vigilada” permite adaptar equipos sin sacrificar comparabilidad.

Dónde están los límites. El desarrollo del método partió de un sistema de pintura automotriz típico. Si se pretende aplicarlo a recubrimientos de naturaleza diferente o a mecanismos fuera del fenómeno cosmético/general, la norma exige evidenciar correlación con campo antes de convertir los resultados en criterio de decisión. Esto protege contra extrapolaciones apresuradas.

Fuentes habituales de variabilidad. La elección del método de humedad o de aplicación de sal, la circulación de aire, la alineación de la condición de fin de semana y los tiempos de transición entre etapas influyen en los resultados. El propio documento remite a trabajos sobre repetibilidad y reproducibilidad y recomienda estandarizar estas variables entre laboratorios que vayan a compararse.

Duración y sensibilidad. En productos recubiertos se suele trabajar con una duración mínima orientativa; sin embargo, para pre-recubrimientos metálicos de mayor masa puede requerirse una exposición más prolongada para ver diferencias. Planear esa sensibilidad desde el diseño experimental evita re-corridas.

Estado editorial del estándar. La edición actual está “Stabilized”: no recibirá revisiones periódicas por el comité. La responsabilidad de verificar la vigencia de referencias y la idoneidad técnica de los requisitos recae en el usuario del método. Este aviso invita a reforzar el control de cambios interno y a mantener vigilancia documental.

En síntesis. J2334 ofrece un equilibrio atractivo: un ciclo prescrito y auditable, métricas complementarias y controles explícitos del medio, con la flexibilidad justa para operar en diferentes cámaras. Su poder depende de mantener la disciplina documental y de respetar su ámbito de validez antes de extrapolarlo.

Errores comunes

Documentar poco el ciclo. Muchas discrepancias entre laboratorios se explican por bitácoras incompletas: se omiten las condiciones definidas para fines de semana, no se registran los tiempos de transición entre etapas y, cuando hay registradores, no se adjuntan perfiles de ciclo. Ese vacío hace imposible comparar resultados o repetirlos con fiabilidad.

Preparar mal la solución salina. La mezcla de sales “todas a la vez” suele generar precipitados; intentar “arreglarlos” con ácido empeora la situación. La preparación ordenada con agua de calidad especificada, la filtración adecuada cuando corresponde y la agitación antes de aplicar son prácticas básicas que muchos pasan por alto.

Descuidar pH y conductividad. El medio de exposición no es un “fondo fijo”: hay que medir pH y conductividad con la frecuencia indicada y mantenerlos dentro del rango objetivo. Añadir amortiguadores para “clavar” el pH es un atajo prohibido; las correcciones deben respetar el espíritu del método. También es frecuente olvidarse de cambiar la solución y de agitarla antes de su uso, con el consiguiente sesgo.

Aplicar la sal de forma inadecuada. Un error recurrente es usar sprays de alta intensidad que arrastran productos de corrosión o fuerzan la solución dentro del daño, sesgando el resultado. Otro clásico: no demostrar que, durante la ventana de aplicación, las superficies permanecen húmedas como exige el método, o no documentar la tasa de colección cuando se emplea niebla atomizada.

Generar mal la humedad o secar sin control. Cualquiera de los métodos de humidificación permitidos exige que las muestras estén visiblemente húmedas durante la etapa correspondiente. También debe garantizarse suficiente circulación de aire para evitar estratificación y permitir un secado efectivo; cuando falta, aparecen “zonas muertas” en la cámara con resultados erráticos.

Manejo deficiente de probetas recubiertas. Incisiones demasiado cortas, orientación no especificada, sombreado entre paneles o intervalos de lectura mal definidos producen datos pobres. Al cierre del ensayo, omitir las dos lecturas indicadas (la “enjuagada” y la posterior al procedimiento de limpieza/adhesión) deja el informe incompleto para comparaciones serias.

Gestión inadecuada de cupones. Los cupones sin identificación permanente, mal desengrasados, sin aislamiento eléctrico del rack o mal espaciados pierden valor metrológico. Ubicarlos lejos de las probetas o analizarlos con poca frecuencia impide relacionar su pérdida de masa con la severidad del ambiente que vieron las muestras recubiertas.

Cambiar variables sin declararlas. Alternar métodos de humidificación o de aplicación de sal sin consignarlo en el reporte, o ejecutar fines de semana distintos a los de otros laboratorios con los que se desea comparar, invalida la correlación. La norma permite flexibilidad, pero exige declarar la configuración y mantenerla estable dentro del plan.

Confundir J2334 con una niebla salina constante. J2334 no es un ensayo de niebla continua: es un ciclo con etapas diferenciadas y tiempos que deben respetarse y documentarse, incluyendo rampas. Tratarlo como un B117 “vitaminado” conduce a decisiones incorrectas.

Extrapolar fuera del alcance. J2334 está calibrado para corrosión cosmética y, en su caso, general. Aplicarlo a otros mecanismos sin demostrar correlación con campo —o a sistemas de recubrimiento muy distintos del usado en su desarrollo— es fuente segura de conclusiones erradas.

Resultados reportados

Un informe J2334 bien construido deja pocas dudas y mucha trazabilidad. Arranca con el resumen de exposición: duración total de la prueba y cómo se manejaron los fines de semana (operación continua o “en seco”). Esa bitácora, acompañada del perfil de ciclo cuando se dispone de registrador, permite a terceros entender el contexto completo de cada lectura y reproducirlo sin conjeturas. Si no hay registrador, se documentan las condiciones de estado estable y los tiempos de rampa entre etapas.

En probetas recubiertas, el eje del resultado es la socavación desde la incisión (scribe creepback). Durante la exposición se programan intervalos de lectura (típicamente por bloques de ciclos) en condición “enjuagada”. Al cierre de la prueba, se reportan dos conjuntos de valores: uno “enjuagado” y otro tras el procedimiento de limpieza y adhesión estandarizado, para revelar socavación oculta. Los resultados se expresan como ancho total de socavación y se entregan de forma promedio, máxima y mínima, de modo que el lector pueda valorar desempeño y dispersión. La definición de cada término (ancho total, promedio, máximo, mínimo) forma parte del propio paquete de reporte para que no existan interpretaciones divergentes.

En paralelo, el informe incorpora el monitoreo con cupones metálicos (metales desnudos). Se planifica una frecuencia de extracción —habitualmente por bloques de ciclos— y se registra la pérdida de masa acumulada. Cuando se requiere discriminar periodos, se añaden cupones no expuestos previamente para obtener datos por intervalo, además del acumulado. Esta lectura independiente de severidad contextualiza el comportamiento de las probetas recubiertas y ayuda a separar efectos de formulación del ambiente de ensayo.

El bloque de datos del equipo es obligatorio y granular. Para cada gabinete utilizado se consignan fabricante y modelo; variables climáticas (humedad y temperatura); procesos de humidificación, deshumidificación, calentamiento, enfriamiento y circulación de aire; además de tamaño, capacidad, proceso y frecuencia de calibración, y tiempos de rampa entre etapas. Este inventario permite detectar desalineaciones entre sitios y mantener la comparabilidad interlaboratorios.

El informe también incluye la información de la solución salina: frecuencia de cambio (la guía recomienda semanal o antes si hay sospecha de contaminación), método de aplicación utilizado, método de medición de pH y —si se empleó niebla atomizada— las tasas de colección registradas. Se documenta la conductividad tras mezclar y antes del último uso, verificando que se mantenga dentro del rango objetivo; la solución recién preparada se sitúa típicamente en 10–12 mS a 25 °C. Este apartado es esencial para auditar la severidad del medio y explicar diferencias entre corridas.

En conjunto, el paquete de resultados J2334 entrega lecturas comparables (socavación total/promedio/máx/mín), tendencias de cupones por pérdida de masa, y un dossier técnico del equipo y de la solución. Con esa estructura, los hallazgos pueden defenderse ante auditorías y emplearse con confianza para validación o desarrollo de recubrimientos y diseños.

FAQ + mini-CTA técnico

¿Para qué tipo de decisiones conviene usar J2334?
Para comparar desempeño frente a corrosión cosmética (y, cuando corresponde, general) en sistemas de recubrimiento, sustratos, procesos o decisiones de diseño. La norma nace de un desarrollo con correlación a campo, por lo que es útil tanto en validación como en desarrollo.

¿Cómo se manejan los fines de semana y por qué importan?
La especificación contempla operación continua o mantener la condición seca durante fines de semana. Lo importante es documentarlo y, si se comparan laboratorios, acordar una misma condición para que los datos sean comparables.

¿Cuál es una duración típica de exposición?
Como guía, 60 ciclos cuando se evalúan productos recubiertos. Para pre‑recubrimientos metálicos de mayor masa puede requerirse más tiempo para ver diferencias, por lo que conviene planearlo desde el diseño experimental.

¿Qué se mide en las probetas recubiertas al cierre del ensayo?
Se reporta la socavación desde la incisión en dos momentos: en condición “enjuagada” y tras un procedimiento de limpieza y adhesión estandarizado para revelar socavación oculta. Las lecturas se entregan como ancho total y, además, como promedio, máximo y mínimo para mostrar dispersión.

¿Cómo se controlan el pH y la conductividad de la solución salina?
El pH se mide al inicio y semanalmente, sin usar buffers para ajustarlo. La conductividad de una solución recién preparada cae típicamente en 10–12 mS a 25 °C y debe mantenerse dentro de rango; se recomienda agitar antes de aplicar y cambiar la solución cada semana o antes si hay sospecha de contaminación.

¿Cuál es el rol de los cupones metálicos?
Los cupones desnudos (siempre incluye acero bajo en carbono; puede añadirse zinc u otros) vigilan la severidad del ambiente por pérdida de masa. Se colocan cerca de las probetas recubiertas, con identificación permanente y separación/aislamiento definidos. Pueden añadirse cupones nuevos durante la prueba para obtener datos por intervalo, además del acumulado.

¿Qué diferencia hay entre operar 5 o 7 días por semana?
Las figuras del documento muestran ambos esquemas: manual 5 d/semana y automático 7 d/semana. Operar continuo acelera calendarios; si se comparan laboratorios con capacidades distintas, conviene homologar la condición de fin de semana para sostener la correlación. (Véanse los diagramas de ciclo en las páginas 7 y 8).

¿Puedo usar J2334 para mecanismos distintos al daño cosmético/general?
Sí, pero solo si demuestras correlación con campo para ese mecanismo y sistema de recubrimiento. La norma es explícita en limitar conclusiones fuera de su calibración de desarrollo.

¿Qué debe incluir el paquete de reporte del equipo?
Para cada gabinete se documentan fabricante/modelo, variables climáticas, procesos (humidificación, secado, calentamiento, enfriamiento, circulación de aire), tamaño/capacidad, calibraciones y tiempos de rampa. Esa granularidad permite auditar diferencias entre sitios.

¿Cómo se evita sesgar la aplicación de la solución salina?
Se debe garantizar humectación visible durante la ventana de aplicación y evitar sprays de alta intensidad que arrastren productos de corrosión o empujen solución hacia el daño. Cuando se usa niebla atomizada, se documentan tasas de colección.

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